Dios no es la religión


Diálogos de la Nueva Academia

Tema: ¿Cómo es el ser perfecto?

Sirva este análisis como un estudio breve y ameno de las diferentes formas de percibir lo supremo.

– Cada religión y hasta cada persona parece tener su idea particular sobre Dios o sobre el origen de todo lo que hay.

– Tanto las coincidencias como las discrepancias son una consecuencia natural, por ser como somos.

– ¿Cómo somos?

– Somos humanos pero con ciertas diferencias en la recepción que tenemos del mundo.

– Ah, las coincidencias nos hacen humanos, seres de la misma especie y comunicables; las diferencias nos definen el carácter, las habilidades, los gustos y… ¿La manera de entender a Dios?

– Algo así, aunque es más bien la diferencia de “alcance” lo que hace que entendamos a Dios como “mi Dios” o “tu Dios”.

– ¿Deberíamos llegar todos a un mismo Dios?

– No he dicho eso. Eso es como decir: tendríamos que se todos perfectos.

– Perdón…quise decir que, en la verdad última y, de haber un Dios, éste tendría que ser el mismo para todos.

– Pero han usado esas cuatro letras para muchas ideas. No todas se ajustan a un ser perfecto.

– ¿Y si tratamos de seguir un camino lógico hacia un solo Dios, no debería ser perfecto?

– Ya se ha venido puliendo la idea de Dios. Aun así hay quienes persisten en modelos ya superados. Cuando antes existían los diferentes politeísmos la religión los echó al “tarro” de los antiguos mitos desterrándolos de la competencia.

– ¿Qué competencia?

– La de los modelos explicativos. Las cosmovisiones. La religión aunó en un sólo Dios los poderes de todos los dioses de la mitología juntos, los superó, los reunió, los “desapareció”.

– ¿Entonces fue que la mitología quedó obsoleta?

– La etapa mítica, que suponía dioses semi-poderosos gobernando el mundo de los hombres, quedó atrás cuando se entendió que debía haber un Ser capaz de centrar en sí mismo todos los “plenos”. El verdadero y único Dios.

– ¿Los plenos? ¿Qué es eso?

sol entre nubes
Levantando los ojos hacia Dios

– Me refiero al MONOTEÍSMO que entiende que solo hay un Dios plenamente sabio, plenamente perfecto, plenamente consciente, plenamente todo…

– Ah, el Dios Judío, el cristiano, el musulmán…

– Sí, el llamado Señor Todopoderoso. El monoteísmo es, ciertamente, una concepción más evolucionada que la idea politeísta de la mitología llena de dioses en disputa, dioses que se enfrentan cancelando sus poderes.

– Claro, se los muestra como seres superiores pero muy parecidos al hombre, con nuestras mismas pasiones y debilidades, casi como nosotros.

– Sí, este salto significa una evolución en la conciencia colectiva. Se requiere cierta independencia de las formas cotidianas y se usa el abstracto, una manera de percibir que invierte la interpretación de la realidad tocante.

– ¿Se llega a Dios por una camino diferente a la experiencia física?

– Sí. Se razona trascendiendo o invirtiendo los problemas de finitud del hombre y de «su mundo» al imaginar, deducir o entender a Dios.

– A ver…

– Las cosas terminan en sus bordes, Dios no tiene bordes, es infinito; las personas tenemos un fin en nuestra vida, Dios es inmortal o eterno; las personas no sabemos qué pasó, qué pasará, somos semiconscientes de lo que ahora acontece en el universo, mientras que Dios debe ser omnipresente, omniconsciente, omnisapiente…

– Claro sinó no sería Dios.

– Así que esta idea de un Dios , único, libre de nuestras limitaciones y creador del hombre y del mundo segó, de todo entendimiento racional, la noción de multidudes de dioses mediocres, inmortales pero vulnerables a los engaños y poderes de otros dioses.

– ¿Fue Abraham quién forjó este modelo al salir de Ur, la ciudad sumeria…? Al parecer se fue de Sumer por su concepción del Dios único,al que llamarán Yahvé Sebaot en la Torá y el Talmud bases del Antiguo Testamento.

– Desde la mirada integracionista, que, como hemos dicho, no busca integrar sino que entiende que está todo integrado ya, reunir los atributos distribuidos entre los muchos dioses del politeísmo es ya un gran acierto.

– Pero…¿No enseña la Academia una superación de las religiones? ¿No sería bueno que todas las personas se deshicieran de semejante ignorancia…?

– De ninguna forma podría aceptar eso. Lo que hacemos es un convite a las personas que estén esperando esta invitación, en pos de una revolución de la conciencia que es indetenible.

– Sí, sí, perdón, quise decir que no es la religión ni es religioso lo que se transparenta en estas charlas…

– Porque integracionismo no es un religión, es una escuela filosófica que llega al Dios último por análisis no por doctrina o fe ciega.

Así como el monoteísmo pule la idea de Dios, la limpia de las impurezas «humanas» de otras visiones, de la misma forma integracionismo extrae lo infalible, lo filosófico y metafísico del monoteísmo y segrega la carga antropomórfica del dios católico, musulmán o judío depurando el concepto DIOS desde lo religioso a lo «cognoscible».

– Parece un ateísmo muy espiritual o una religión muy científica

– ¿Nunca imaginaste estar en otro conjunto que no sea de creyentes o ateos?

– Por lo general se tiene por ateo a la persona que no es religiosa.

– Eso constituye un error.

– ¿Por qué?

– La religión no solo obliga a creer en Dios, además admite la creación, el pecado, el arrepentimiento, el camino de salvación, el castigo (infierno), el cambio de actitud, la fe, el fin de los tiempos, el premio (cielo)…

– ¿Todas las religiones?

– Sin duda, porque ellas buscan religar algo que creen está desmembrado. Re – ligar, volver a unir al hombre con Dios.

El ateo, en cambio no cree más que en el ser humano, sin saber qué es ser humano. No cree en una razón extrahumana, no considera la conciencia universal. Es común que el ateo se valga de argumentos científicos o históricos para rebatir el mito bíblico de Dios.

La guerra de todo escéptico o ateo no es contra el Dios depurado sinó contra el Dios utilizado por los poderes como forma de elienación y manipulación de masas.

Pero la Iglesia no se percató de que, si bien reconoció a Dios, por medio de sus teóricos y padres de la Iglesia, como UNO sólo, lo separó luego de su obra al atribuirle una no-propiedad: Dios como ser Creador.

– ¿Qué sería una no-propiedad atribuida a Dios?

– Cuando creyendo que se le reconoce una virtud en realidad se le está «negando» un verdadero atributo. En este caso la infinitud de Dios. Dios termina ahí donde comienza la Obra, lo otro, lo que no es perfecto.

– ¡Es verdad! ¿Por qué no lo había pensado antes? Dios tendría contornos, cosa imposible en un ser infinito.

– Dios terminaría en la copa de ese árbol, en la punta de tus dedos, en los bordes de ese o aquel objeto material.

– ¿Existe algún pensamiento religioso que supere ese problema?

– Lo hay: El panteísmo. Si politeísmo significa muchos dioses; el monoteísmo, un solo dios; el ateísmo, ningún dios; entonces el panteísmo significa: todo es dios.

Del griego: Poli (muchos) teísmo (dioses); Mono (uno) teísmo (dios), a (privativo/ninguno) teísmo (dios); pan (todo) teísmo (dios)

– Pero…¿La idea integracionista es entonces panteísta?
– No. Panenteísta.
– ¿Qué es eso?
– No sólo «Dios es todo» sinó que también «Dios está en todo». Y como está en todo no hay nada de qué salvarse, no hay más que sensación de imperfección en un perfecto incorruptible. El Ser se sabe y se conoce en simultáneo.

Aquí es donde se supera incluso la infinitud  y la eternidad de Dios en un plano que contienen la idea de espacio y la idea de tiempo siendo Dios así aespacial y atemporal. Pero esto merece otro capítulo.

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Acerca de INTEGRACIONISMO

Trabajo en mi pasión, la búsqueda de soluciones y de respuestas. Cuando estas preocupaciones son profundas. Las llamamos metafísica. Cuando hay que inventar una solución práctica, me gusta la ciencia
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