Teorías sobre la energía aplicada

Río Uruguay

Río Uruguay Ondas de vida

Concepto moderno de energía La mera manifestación de un fenómeno implica la existencia de una energía de fondo que le permite tal apariencia. Vale decir entonces que todo lo existente tiene su equivalencia energética y que de hecho la materia no es más que una forma en que se presenta la energía. Las cuatro fuerzas fundamentales (Electromagnetismo, gravedad, nuclear débil y nuclear fuerte)responsables del comportamiento de la materia son propiedades o condiciones para que ésta tenga precisamente las características que tiene. En este sentido las cosas son por la única razón de ser y no tiene sentido pensar porqué no son de otra manera. Nuevas fuentes de energía La energía es apreciable por el uso y la utilización que hacemos de ella. Es menester comprender que la tecnología busca instrumentar una fuerza o movimiento existente para que este desempeñe un trabajo. El uso tradicional de las corrientes acuáticas para desplazar navíos es un clásico aprovechamiento de fuerzas naturales, lo mismo cuando las semillas se valen de la fuerza del viento para diseminarse por el territorio. Sería interesante investigar las capas externas de la atmósfera, las condiciones que reinan en la ionósfera para saber si en verdad se dan allí grandes temperaturas y si éstas pueden conducirse hacia la superficie terrestre en forma controlada para el almacenamiento de energías. No sólo las diferencias de temperaturas pueden ser aprovechables, en estos ámbitos atmosféricos, sino también toda excitación molecular o iónica, donde tal vez se desprendan procesos de desintegración nuclear y en consecuencia grandes potenciales de energía. En una ambientación más íntima de la naturaleza, las mínimas partículas subatómicas, desconcertando a todo observador, son responsables de fenómenos energéticos muy potentes. Se suma a ello el hecho de la existencia de enormes cantidades de partículas portadoras de fuerza, millones de ellas atravesando incluso, cada centímetro cuadrado de nuestros cuerpos. ¿Es demasiado extraño entonces pensar en una fuente permanente de energías? Mitos y verdades del monopolio de energías Casi como una leyenda urbana se ha corrido por todas partes la noticia del sacrificio de nuevas tecnologías, mejores, por ser más sanas y baratas, de bajo impacto ambiental, por la intervención de petroleras que no les interesa perder su monopolio de energía fósil. Desde la compra, en millones de dólares, de planos de motores que funcionan con aire o agua como combustible, hasta la persecución y amenaza contra los creadores de tales ingenios, son historias que corren de boca en boca y de monitor en monitor por la internet. Circulan comentarios respecto a autores de inventos prodigiosos que al parecer harían quebrar a las compañías internacionales: “Compran las ideas para que no salgan a luz, en realidad, para que no salgan al mercado” “El inventor está haciendo tratativas para vender su invento a Cuba pero está siendo presionado por políticos y mafiosos de acá”. Pero lo cierto es que, por el momento, el petróleo sigue siendo la energía más usada y cuyos volúmenes no pueden compararse a ninguna otra fuente alternativa. Claro está que no se duda en la resistencia que presentan las estructuras existentes ante cualquier asomo diferente, pero si las ventajas de la novedad son tan abrumadoras como para vencer tal resistencia, entonces todo el sistema habrá evolucionado a otros regímenes de mercado, recursos y sociedad, una era sin conflictos energéticos y con serias expectativas de paliar el hambre y la crisis energética. Contra las Teorías de energía sobrante La recolección de la energía sobrante es un concepto errado desde la base, porque entra en contradicción con la ley de conservación de la energía: “Nada se pierde -sobre todo en la segunda parte “- …todo se transforma” Donde se adivina que nada queda segregado fuera del sistema de fuerzas y reacciones. No obstante esta inexistencia de energía sobrante siempre habrá energía disponible ya que se puede restar “actividad” en otros procesos para alimentar un sistema independiente, al menos en primera instancia. Así como las cosas materiales, objetos tangibles y definidos se separan unos de otros por sus diferencias y propiedades particulares, los fenómenos energéticos se confunden en campos opuestos a la materia: De hecho, cada partícula material tiene una onda asociada que la describe, toda la energía podría estar disponible en cualquier punto del campo. Esto puede ejemplificarse de la siguiente forma: Un objeto blando rueda en pendiente (Una piedra arcillosa barranca abajo) modificando su apariencia en cada roce pero sin pérdida significativa de materia. Todos están presentes en cada momento, no hay átomos sobrantes, pero el proceso, como todo proceso deviene de una energía anteriormente ocupada y ahora centrada en una nueva organización. Nunca encontraremos energías ociosas porque, estén éstas donde estén, su espíritu es de por sí constitutivo, ya estará conformando alguna cosa, algún proceso, alguna función. ¿De dónde sale entonces la idea del sobrante? Es evidente que existe algo que proporciona la sensación de percibir piezas sueltas, rebordes, excedentes, etc. pero esos desbordes posiblemente provengan de dificultades en nuestra observación e interpretación de las cosas. Aquellas piezas del rompecabezas que no sabemos donde van las llamamos: Resto pero nunca hay verdaderos restos en la matemátiva de lógica universal. La cuestión aquí es definir si hay un estado estático de la energía o si ésta es siempre una corriente dinámica de manifestaciones. En este sentido parece ser el observador quien se sustrae a la consideración estática, fotográfica, congelada de la realidad cuando toda la evidencia apunta a una corriente continuada de infinitos cambios. Por varias razones no se puede recurrir al imposible de “energías quietas”. 1º Porque todo se mueve y no hay un lugar estático en el universo para tenerlo como punto de referencia. 2º El tiempo lineal de la escuela euclideana concebido como una sucesión de instantes no tiene cabida por la divisibilidad infinita del segundo y la fluidez del “acontecer”. Si fuera posible un paquete de tiempo estático este nunca transcurriría y el universo estaría quieto. Precisamente en el capítulo que sigue continuaremos la lógica del “aprovechamiento” de energías superadas las contradicciones de la energía sobrante. Resta sin embargo, referirse al uso asociado de energías y al supuesto equilibrio del sistema ¿Pero a qué organismo nos referimos? Un desorden local es aparente, puesto que no es más que un movimiento dentro de un orden mayor. Desde este contexto la piratería energética podría verse con los mismos ojos que se ha estado contemplando el acopiamiento de las riquezas, la perpetuidad de los poderes, la delincuencia; siempre y cuando no nos escapemos más allá de lo inmediato comprendiendo que la energía no se roba a sí misma y que jamás escapa del sistema. Teorías sobre nutrición y absorción de energías

 La búsqueda de la piedra filosofa: Nuevas fuentes de energía

La búsqueda de la piedra filosofal

El ser humano es un aparato que ha evolucionado con el tiempo de “ser simple” a “ser complejo”; como todo aparato, el hombre, es un consumidor de energía. Para obtenerla se vale de varias etapas y sistemas de absorción: Respiración, nutrición, digestión, sistema renal y otras funciones a su vez enlazadas con las estrategias de sustento y sobrevivencia como lo son la locomoción, la racionalización y el lenguaje. En última instancia todo lo que habita el planeta es producto de su relación con el sol y el universo. El planeta tierra y sus elementos constituyentes somos transformadores de la energía solar en formas energéticas más complejas como lo es la vida orgánica y la vida inteligente. La cadena trófica, la nutrición y sus distintas fases en la descomposición acelerada del alimento son estrategias de reestructuración de energías. Proteínas, ácidos nucleicos, carbohidratos, etc. no son más que recursos para convertir a un ser en otro ser, un tejido en otro tejido, una célula en otra célula. Siguiendo por este razonamiento comprendemos que la ciencia aplicada podría conducirnos a formas de asimilación energética más directa: Absorber las energías necesarias sin necesidad de buscarlas en los alimentos. Esto significa poder manipular la combinación de elementos y energías fácilmente obtenibles de la atmósfera terrestre o del agua de mar. Sería esta una revolución tan drástica que modificaría el modelo de producción actual y por tanto la sociedad toda. Remitiéndonos en parte a las ideas de Lamark podríamos decir que este nuevo medioambiente humanizado estaría también modificando al propio humano y sería probable perder, en forma natural y gradual, o por propia extirpación órganos para entonces innecesarios, no utilizados luego de una invención de este tipo. En efecto, podría ocurrir que parte de los procesos digestivos no tuvieran ya necesidad de existir quedando, por tanto, obsoleto el trabajo de algunos órganos como por ejemplo el estómago, el hígado, etc. o el sistema respiratorio podría dejar de utilizar, exagerando un poco, los pulmones. Llama la atención las implicaciones que este desarrollo podría alcanzar en el terreno metafísico: ¿Hasta qué punto el hombre seguiría siendo hombre si las modificaciones que voluntariamente elija lo alejaran diametralmente de lo que hoy entendemos por ser humano? ¿Llegaría quizá, la voluntad humana, a liberarse de la forma física convencional? ¿Serían quizá más tratables las enfermedades físicas y sociales dentro de un sistema que tenga como referencia la integración y el buen uso de las energías en todo el espectro humano? Aceptamos que el individuo está constituido por un conjunto de órganos sincronizados que se coordinan para mantenerlo vivo. Sin embargo, cuando cambia el medio de subsistencia, las herramientas que usualmente manejábamos ya no se utilizarán, por lo que tenderán a desaparecer. De la misma manera que cuando se abandona el trabajo físico y pesado por uno de oficina, desaparecen los callos de las manos por no necesitarse, largos períodos de tiempo sin uso de algún órgano hoy imprescindible, termina por ser absorbido por las demandas del momento. Si el ingenio humano sintetizara proteínas y demás sustancias indispensables también podría clonar un órgano que aprovechara energías más disponibles, por dar un ejemplo, la electricidad. No se pretende evitar la cuestión ética de si manipular parte de nuestro metabolismo es manipular la vida, sin embargo no es intención de este compendio analizar esa problemática. La energía a partir del movimiento La vida es siempre un proceso cíclico de energías y fuerzas. Las fuerzas a veces se manifiestan como lo hace el caudal del río o la furia del viento arrasando con todo lo que se cruza a su paso. Pero existen, en la naturaleza, muchas otras formas de movimiento más o menos sutiles, es decir, que se hacen perceptibles ante los sentidos en distinto grado. En este sentido podemos hablar de la actividad subatómica como una fuente de energía invisible contenida en el microcosmos, pese a saber que la realidad que contemplamos de ordinario se deriva de esas estructuras infinitésimas con masas casi nulas. Contradictoriamente a lo que dice el sentido común, lo enormemente grande, es decir lo astronómico, suele pasar desapercibido por tratarse de fenómenos macro-cósmicos en los que estamos envueltos. El movimiento planetario sobre su eje se aproxima a los 2000 kilómetros por hora, y nosotros no nos damos cuenta. Debe notarse que no se están considerando aquí las espeluznantes velocidades que desarrolla la galaxia en expansión. Pensar en elevar una antena de un materal resistente y flexible hasta encontrar la zona de rozamiento entre nuestra atmósfera y el fondo universal. Una antena que traiga en forma óptica, algo similar a reflejar luz, el calor y la energía de esas numerables partículas y radiaciones que se estrellan contra los filtros atmosféricos. Otra forma de aprovechar movimiento es las de las olas del mar y del movimiento de las masas de agua. En esta última fuente entra en juego la gravedad de la luna. Desde los aciertos de Julio Verne ya hemos aprendido a ser más osados y menos escépticos a la hora darle su oportunidad a la imaginación. Son demasiadas las veces que se hace factible la ciencia ficción. Cuestión que lleva a pensar en una relación temporal más estrecha entre el presente y el futuro. Pese a disponer de modelos teóricos de última generación para describir el mundo vemos que la percepción directa del entorno, la más pobre, llevada a cabo por los sentidos, sigue liderando nuestra escenografía. La razón debe, en muchas ocasiones, negar o contradecir mentalmente lo que los ojos y demás sentidos nos están mostrando como verdadero. Con relación al tiempo cronológico y sus ritmos, la noción lógica de causa y efecto, que de lo uno se desprenda lo otro, sucede por la forma que tenemos de percibir e interpretar información. Esto es un tiempo ordenado según los cánones clásicos aristotélicos y cartesianos hoy abandonados por teorías más precisas como la General y especial de la Relatividad de Einstein. En el presente ensayo tales cuestiones temporales no serán estrictas ni convencionales admitiendo incluso, más allá de las llamadas leyes naturales, un reino donde la causalidad es, tan sólo, un concepto vacío de significado. Pero eludamos temporalmente estos discernimientos filosóficos y aboquémonos directamente a la cuestión de la captura y transformación de un movimiento a una energía acumulada y/o energía aplicada al desarrollo productivo de una nación. Poco se ha dicho y hecho sobre las posibilidades de explotar los estados de la materia.

2 respuestas a Teorías sobre la energía aplicada

  1. valentina dijo:

    esta muy bueno me sirvió mucho

  2. olimpo dijo:

    quiero saber si es verdad que existe una nueva teoría sobre la energía,» la que se hace»

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