Los modificadores de la conciencia y la física cuántica

La física moderna ha abierto otras explicaciones a las transformaciones que asoman, en el mundo físico, tras el consumo de potentes alucinógenos y plantas visionarias.

¿Existe el mundo material? ¿Es éste independiente a quien lo observa? ¿Están los sujetos y objetos fuera de nuestra mente?

No, la física cuántica ha dejado claro el papel activo de la conciencia que observa en la construcción de lo que ve. Además no hay un “afuera” ni un “adentro”, son estos conceptos formados a partir de sensaciones producidas en la mente.

¿Pero entonces qué es lo que hay?

Eso, que hay, se comporta de forma diferente cuando se lo observa. Lo que hay se precipita ante los sentidos como algo material y concreto. Cuando no se lo observa es una onda de probabilidad. Un vacío con una gama de opciones de llenarse en diferentes formas.

Los viajes de la conciencia están más allá del espacio y del tiempo

Modificadores de la conciencia

Si la conciencia del que observa, es decir el observador, esta implicada en la construcción de la realidad física que lo envuelve, cosa que parece demostrar el estudio de la materia a baja escala, entonces…

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¿Una sustancia psicoactiva como el cannabis no estaría modificando tan sólo la forma de percibir sino que afectaría la construcción del universo mismo?

¿Sería lícito decir que no hay realidad sino sólo apariencia?

¿Qué hay por debajo de la realidad, es decir, de dónde saca entonces fuerza la apariencia?

Parece que en la realidad existencial intervienen: el alcance, la velocidad de lectura, los límites en la forma de percibir…

¿De percibir, sí, de percibir qué, al leer información de qué cosa, alcances y límites al observar quién a qué…?

Desde una perspectiva integracionista el ser se auto observa, auto olvida que sabe aun sabiendo, sabe que sólo es visible si partes de sí no se ven, y no se ven porque lo ve y no lo ve al mismo tiempo, porque el tiempo surge cuando cree que no ve.

Todo parece indicar que el cannabis, así como otros enteógenos del mundo vegetal, hace mutar el lente de este ojo que se cierra y se abre, en la conciencia de un único Ser, abandona algunos terminales y opera otros que estaban inactivos, disfruta la opción elástica de percibir desde otro punto experimental de la vida.

Quien sabe si ese Ser no vive dentro de lo que parecemos y creemos ser: muchos y distintos y, de acuerdo a la etimología de la palabra enteógenos, como plantas de poder y de expansión mental, los psioactivos visionarios sean precisamente los provocadores de hacer aparecer el Dios indefinido, el apeirón, de Anaximandro, la Idea de Platón y Uno de Plotino, el vacío lleno.