El Simultáneo Se trata de otro concepto trascendental al que se llega por medio de la inversión de “lo que aparece”. La inversión es un método lógico luego de comprender que se sabe más desde el vacío, en tanto no experiencia, que de la experiencia, en tanto improbable o sospechosa de no ser. Lo contrario a la conclusión deducida de las pistas minoritarias, es decir siempre insuficientes, va a ser más correcto que la deducción inmediata de las pistas. El simultáneo es el ser total del tiempo comprimido, comprendido. Desde esta visión el tiempo es la información que se despliega, la vivencia, la experiencia, lo que “acontece”. La velocidad de procesar datos es el alma del tiempo en su interacción de lo que hay con la conciencia de lo que hay. El simultáneo es, de acuerdo a la idea integracionista, la autoconciencia plena, el SER sabiéndose. No hay tiempo ahí y de esa matriz nace el tiempo como una sensación de estar. El tiempo sería entonces el Simultáneo deformado por la lente. La lente es la que no puede ver el bloque adimensional y por eso construye, impulsada por el afán que le da vida, la conciencia ordenadora que se reconstruye mediante datos, la que inventa el mudo con espacios vacíos que no hay. El universo es instantáneo pero sin contornos. La totalidad de datos se abisma en lo adimensional y subyace a toda apariencia. Integracionismo. Daniel Stack
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