Adimensionalidad

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La impronta de Euclides

El mundo de las cosas se conoce a través de los sentidos y una gama de percepción tetradimensional o cuadridimensional. Y son cuatro las dimensiones en las que «leemos» físicamente el universo porque a las 3 dimensiones clásicas – largo, ancho, alto -después de la revisión y relectura revolucionaria de Albert Einstein, en los albores del siglo XX, se le debe sumar la indisociable dimensionalidad del tiempo.

Así es como todo objeto o sujeto «aparecido», concreto, palpable, digamos todo ente de existencia material, ocupa un espacio y un luar en el tiempo, un lapso de manifestación, un lugar ahora, otro lugar después, en la dinamica de los cuepos celestes.

Pero…¿Qué son las dimensiones?

El sabio matemático griego Euclides, fundador de la geometría clásica define estacuestión de la siguiente forma:

1) Adimensional. El punto es el ser geométrico base. No tiene largo, ni ancho, ni alto, no tiene dimensiones.

3) Unidimensional. La linea es el ser dimensional más simple. Se entiende como una sucesión de puntos. Solo tiene largo. Dos línes cruzadas sugieren una tercera y el encierro, por medio de una tercera línea, de una área

6) Bidimensional. La superficie o área es un  ser hipotético que solo tiene largo y ancho.Proyectando otra superficie se obtendrá la tridimensionalidad que sería el espacio instántaneo sin considerar el tiempo en que esta ocupación acontece.

7) Finalmente, nuestros científicos han llegadocomprender que el tiempo es una medida más que no está fuera del espacio y de los tamaños ni de las velocidades, hoy se habla de reaslidad espaciotemporal. También en física los llaman «momento» o suceso.

El espacio tiempo es el amrco o las medidas en las que se aparece la realidad. Téngase en cuenta que el número de dimensiones, desde el punto de vista geométrico,  se han construído desde los «seres» más simples como la línea unidimensional hasta el cuadri-dimensional espacio/tiempo.

Comprender que la línea y lo lineal desaparece en la superioridad lógica de la superficie y que ésta pierde consistencia en el volumen, nos advierte, en oposición a la Teoría de las cuerdas y sus dimensiones adicionales, que la solución no se halla enn el descubrimiento de nuevas dimensiones superpuestas sino en la aniquilación de tal concepto (dimensión) ya que todo se estaría derivando de una esencia adimensional como el punto.

El punto antes del Big Bang

Las dimensiones que nuestro sistema perceptivo lee no son más que una hipótesis abstracta de la mente enlentecida, desesperada por encontrar algún tipo de orden, con una escasez de datos (auto-olvido) desde donde se percibe la fracción imposible, la fragmentación como sensación y no como verdad.

Al no poder llegar a percibir directamente tal verdad, se disgregan otras parciales y subjetivas “realidades” que son aparentemente mensurables dentro de un marco de referencia provisional.

Esto, en la cronología de la astronomía o de la física del universo, nos recuerda el punto primigenio, el huevo cósmico desde donde los cintíficos proponen el origen del universo actual y del espacio y del tiempo este.

¿Si al principio estaba toda la masa y energía del universo concentrada en un solo lugar del tamaño de un protón o menos, no será que la realidad es fundamentalmente adimensional por el mero hecho de que la información es en sí adimensional?

Profundizando más en estos conceptos y de la mano de las ciencias físicas y matemáticas probabilísticas, el propio Heinsenberg y otros físicos modernos, han puntualizado que no es correcto enseñar propiedades respecto a lo que los objetos son en sí sino que hbría  que describirlos de acuerdo a las correlaciones con otros fenómenos en un tejido indisociable.

Los seres particualres serían solo sensación de «partes» y el «todo» detrás de cualquier aparición sería así esencialemente adimensional.

Si la línea no existe sino como una idea en la que emprobrecemos la realidad despojándola de una inseparabilidad intrínseca y lo mismo pasa con la siguiente forma, la superficie, que tampoco es mneramente bidimensional, ya que ocupa tiempo y es al fin, otro abstracto imposible.

Así como la línea proyectada de una posición a otra genera la superficie y la superficie desplazada hacia otra «crea» volumen, así también estos entes tridimensionales que han abolido ya la realidad de la línea y del área, como abstractos incompletos, se proyectan igualmente ocupando espacios diferentes en diferentes tiempos, es decir, manifiestos en un contexto primero mental y luego espacio-temporal.

Trascendiendo al espaciotiempo

Cuando espacio tiempo se proyectan, como se hizo para superar cada escollo dimensional, las nociones de espacio y tiempo, ahora aglutinadas en uno solo cuerpo, dejan atrás, como obsoletas, las magnitudes espaciales y temporales en una realidad ya inescrutable, el ser en simultáneo, la desaparición total de la materia y de la ralentización de la conciencia.

La desaparión o disolución de los seres individualizados lleva también a la aniquilación de todas las historias del falso ser independiente y, conocer al ser, implicaría conocer también sus circunstancias de dependencia y al fin, conocer el Universo entero..

El simultáneo adimensional, como una idea hiperdensa no desarrollada, una idea contenida, es la matriz de todo desarrollo aparente.

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