Ananda

Mi adorada hija Ananda

Mi adorada hija Ananda

Ananda

Pequeña, mi pequeñita
¡Qué grandes los sentimientos!
Que provocan tus manitas
Tus ventanas hacia el cielo
Tus carreras con patitas
Que lo corren al silencio
Ingeniosas travesuras
Bajo tus rizos revueltos

Vulnerable de repente
Mi temple que era de acero
Por una helada corriente
Que me convierte en plebeyo
En sirviente de la vida
Esclavo, que yo no quiero
Sentir por tanta ternura
Las soledades del miedo

No quiero que tu te mueras
Porque yo también me muero
Por una razón más cierta
Que la de estar mismo muerto
Y no quisiera morirme
Porque sin voz y sin cuerpo
No podré hasta ti venirme
A calmar tu desconsuelo

¿Cómo tu sin proponértelo?
¿Cómo yo sin pretenderlo?
Secretamente yo siendo
Y tu también sin saberlo
Y por tu no pretenderlo
Y por tu jamás saberlo
Más todavía lo siento
Más todavía te quiero

Volver a Poemas desesperantes

Deja un comentario