Prensa Libre

Propuesta y proyecto para una prensa libre en Paysandú
Introducción
El presente extracto busca asentar, en los anales de la petición de ciudadanos a sus representantes y, en nombre de la democracia misma, una verdad sabida y gritada a voces entre los que vivimos aquí: Paysandú necesita pluralidad de medios de manera urgente. Y, así mismo, en el terreno de la libertad de expresión, una responsabilidad mayor en las diferentes formas de noticia que se extienden por las redes de internet y que, muchas veces, malogran o erran lo que debiera ser el verdadero objetivo de «informar», «compartir» y «expresar».
No hace falta realizar una investigación muy profunda para constatar que el periodismo de Paysandú padece esa enfermedad globalizada que se conoce como «concentración de los medios» y que no sólo representa una ideología política unisonante sino que «desinforma» más de lo que informa, con lo que demuestra ser un arma de enajenación usada por el viejo poder asentado, fosilizado y cruel, inspirado en el seno del liberalismo mercadista, propulsado por los teóricos del darvinismo social y sustentado por las políticas empresariales que amenazan el libre desarrollo de los pueblos.
No se trata éste, de un grito aislado o perdido en la inmensidad de nuestro tiempo. Numerosos intelectuales del presente, como el prestigioso lingüista Noam Chomsky, se han percatado de este ardid estratégico, de acopiar los medios de comunicación masiva, por parte de los que a su vez han heredado o concentrado capitales enormes. Conscientes de lo importante que es, la herramienta mediática, para mantener incambiado el status quo han puesto en marcha una suerte de maquinaria de manipulación que algunos autores, llaman «Industrias Culturales» y que no son otra cosa sino los medios de prensa al servicio del sistema capitalista imperante.
¿Qué ganan con ello?
Está muy claro que lo que persiguen y obtienen los poderosos es reproducir esta «cultura» dominante, machista y explotadora. Ya revisaron este tema, allá por los años 20, los pensadores de la Escuela de Frankfurt, entre los que se encuentran Teodoro Adorno, Erich Fromm y Herber Marcuse, entre otros. Ellos destacaron que el cine, la televisión, los medios de prensa y de entretenimiento habían nacido como resultado del modelo capitalista de producción y que la mayoría de las agencias «dueñas» de la primicia, estaban y están en manos de los denominados «capitalistas culturales» que además «interpretan» los hechos y situaciones de manera que sirva a sus intereses particulares.
Lo que aquí se dice es real y muy grave. Es lo que está sucediendo ahora en nuestro país y muy especialmente en el interior donde es más visible el monopolio de la versión, el manipuleo de los contenidos y el reino de la tergiversación de los hechos que son noticia.
¿Cómo anulan, desde este frente, la conciencia colectiva y posibles revoluciones?
Los artífices de esta realidad paralizante, una vez que han comprado las empresas de la noticia, realizan un hondo trabajo de desmantelamiento de ideas, de capacidad crítica, de consciencia social, valiéndose, de acuerdo a los estudios de Chomsky, de algunos elementos más o menos sutiles tales como la distracción para mantener alejada a la gente «común» de los conocimientos cruciales y de los verdaderos problemas sociales con los que se enfrentan.
Otra manera en que estos desalmados ganan la confianza del pueblo y que les da un ficticia «autoridad» es cuando crean los problemas de manera oculta y ladina para luego «aparecer» con las soluciones. Una trampa que se denomina problema acción-reacción y que se puede ejemplificar con la siguiente manera de actuar: Se propicia o se provoca el robo y la violencia en el entorno urbano y se espera que el propio pueblo reaccione pidiendo más seguridad, medidas represivas y hasta baja de la imputabilidad (meter presos a chicos menores de edad) para debilitar así los derechos civiles cada vez más. El medio de prensa excita con la noticia, la infla y luego publica solo las iniciativas represivas y hasta «propagandea» la medida drástica como solución, cosa que hemos visto hacer en el único periódico «oficializado» de nuestra región.
Al mismo tiempo que vemos como se amordazan los «labios» coherentes, se censura la sensatez y se omiten la voces que se oponen al sistema, más aun cuando se trata de una voz femenina, en Paysandú se extiende una sensación de estafa y contradicción en la gestión periodística que, a ojos vistas, no representa el sentir, pensar e interpretar de una mayoría sanducera que bien se expresó en las urnas y que, si no fuera por el permanente lavado cerebral mediático, se hubiera manifestado de una forma verdaderamente arrolladora.
Entre las variadas formas de manipulación que articula el poder empresarial y el periodismo monopólico resultan vergonzosas las astucias tales como imponer leyes o decretos imposibles de aceptar mediante un gradualismo persistente de «goteo» donde se va acostumbrando a la población a ir admitiendo poco a poco leyes adversas para los trabajadores, disposiciones antipopulares y pro-capitalsitas que se van imponiendo con ayuda de los medios cómplices, permeabilizando, en forma paulatina los derechos civiles y económicos de la gente estrenando legislaciones que permiten la privatización de entes del Estado, la flexibilización laboral, la apertura a capitales golondrinas, etc.
La propuesta y la petición
Teniendo como premisa esta urgencia de abordaje nuevo en los temas de interés local y regional, así como en las primicias sobre el quehacer mundial, nos atrevemos a pedir ayuda económica o/y material para el primer impulso de un periódico sanducero no regenteado por el modelo de prensa dominante y que refleje y exprese la visión de las nuevas políticas sociales implementadas por el FA y los movimientos humanistas, priorizando en temas como la educación, la creación de fuentes de trabajo y la inserción social, moderando y cuestionando también la, hasta ahora, «palabra santa» del diario local.
Esta demanda de cooperación toma fuerza en tanto contamos con gente dispuesta, capacitada y que desde hace años trabaja en el tema aunque sin poder llegar a asomar la cabeza debido a la desleal competencia de un monopolio que ya ha hecho caer varios intentos de otras formas de periodismo en la ciudad. En esta línea es bueno mencionar que ya desde el año 1999 existía esta iniciativa que fue alentada por el entonces presidente del Encuentro Progresista Tabaré Vázquez, que hoy, ya presidente de la República, seguro no tendrá reticencia en apoyar y hasta prestar alguna ayuda económica, más que nada para financiar la impresión y el diseño en los primeros momentos del emprendimiento.
Es bueno decir que la urgencia, que nace de una inquietud surgida «abajo», en los gobernados, merece una repuesta y una preocupación «arriba», en los que gobiernan pues parece obvio que la revisión de estas cuestiones cruciales, en lo que a formación de opinión se refiere, desemboquen en la calidez de un diálogo abierto, lleno de sinceridad, entre los representantes del gobierno y los actores de la democracia, que no somos otros sino los que habitamos el territorio.
En principio, este emprendimiento, podría «arrancar» como una gacetilla de pocas páginas, con secciones indispensables y que admitiera, con el objetivo de independizarse de toda ayuda, lugar para venta de publicidad, aunque, se vendería espacio a empresas nacionales, locales, cooperativistas o que representen un ejemplo en tanto su responsabilidad, integración y humanitarismo, como lo pueden ser emprendimientos ecologistas, pro-salud, recicladores, educativos, artistas, capacitadores, activadores de la consciencia, aportadores de armonía social y más.
También se tomarían, como referencia, temáticas de las redes sociales para su comentario, estudio, crítica, desinfección de errores, verificación de fuentes, etc. Ya se está entrenando un espíritu de integración que busca achicar la brecha generacional llevando, a padres y profesores, por medio de variados canales, el multimediático universo de internet, las redes como Facebook, Twitter y otros sitios en producciones artísticas, textuales o musicales.
Todos los que integramos o integremos este equipo de trabajo ya tenemos años invertidos en este quehacer y, gratuitamente, hemos levantado banderas por la equidad, defendido de una u otra forma la posición proteccionista de las divisas regionales, pronunciado por el medioambiente y participado en la lucha contra un sistema opresivo que ha venido ganando terreno en nuestra cultura e infestando el pensamiento colectivo, que pretende hacernos culpables de los fracasos políticos y económicos que nos agobian, un modo de vida que se encuentra en franca decadencia generando insatisfacciones y más dolor.
Bogar por ese cambio de rumbo masivo hacia la libertad es nuestro objetivo para lo cual debemos sacar del error informativo y educativo a mucha gente que aun sigue presa del influjo autoritario de la letra impresa y emanada del bando contrario. Contrario a la razón y a la evolución, contrario al espíritu de toda democracia, contrario a la consciencia y felicidad colectiva. Porque basta ser consciente de lo que pasa para sentir un agradable estado de libertad.
Por todo lo anteriormente expresado nos parece impostergable disponer y crear un periodismo consciente, que no baile al ritmo de los grandes capitales privados, que transversalice todo el ámbito informativo con una mirada hacia un futuro sin clases, sin discriminación de ningún tipo, un mundo, un país, una ciudad constituida por personas doctas y respetuosas que echan mano de sus derechos y son capaces de participar y ver más allá de lo inmediato.

Deja un comentario